CREEMOS que hay un solo Dios, Creador de todas las cosas, Amoroso, Bueno, Grandioso, Justo, Santo.
CREEMOS que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios y que toda persona sin importar raza, color, edad, sexo, religión o posición social, posee una dignidad y un inmenso valor; por lo que debe ser amada, respetada, y ayudada por su prójimo.
CREEMOS que la humanidad, a causa del pecado original, quedó irremediablemente separada de Dios, y con la imperiosa necesidad de un Salvador que la redimiera y la reconciliara con Dios.
CREEMOS que Dios mismo dio la provisión para la humanidad al enviar a su Hijo JESUCRISTO como Salvador para pagar la deuda de nuestros pecados y proveer el único camino de regreso al Padre.
CREEMOS que JESUCRISTO, siendo totalmente Dios, se hizo totalmente hombre; que nació de una virgen, y vivió una vida sin pecado; que murió en la Cruz y derramó su Sangre como sacrificio por nosotros y que resucitó de entre los muertos para darnos vida eterna.
CREEMOS que para recibir la vida eterna y el perdón de nuestros pecados, hay que “nacer de nuevo” a través de nuestro arrepentimiento y confesar a Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas.
CREEMOS que Dios quiere sanarnos, prosperarnos en todo y transformarnos en todas las áreas de nuestro ser para vivir plenamente la vida como a Él le agrada conforme a 3ª.Juan 2 y Romanos12:2.
CREEMOS que para vivir una “vida nueva”, santa y fructífera, necesitamos ser bautizados en agua y ser “llenos” del Espíritu Santo e investidos de poder.
CREEMOS que la Biblia es la Palabra de Dios, la cual es la Verdad, y tiene toda autoridad y poder para salvar a todo aquél que cree y es absolutamente aplicable a nuestra vida diaria. 2Tim.3:16.
CREEMOS que Dios nos ha equipado a cada uno para cumplir su propósito en nuestras vidas para amarle, adorarle y servirle en la iglesia y en la comunidad donde vivimos.
CREEMOS que la Iglesia es el Cuerpo de JESUCRISTO cuya función primordial es proclamar el mensaje.
CREEMOS que el Señor Jesucristo regresará físicamente a la tierra, tal cual lo prometió.
CREEMOS que nuestro destino eterno, ya sea en el cielo o en el infierno, depende de la respuesta que demos al Señor Jesucristo y su evangelio.
En Iglesia.Casa amamos a Jesús, respetamos a nuestros gobernantes, y honramos los símbolos patrios.